martes, 13 de noviembre de 2012

No voy ir a la huelga convocada por estos sindicatos.


No voy ir a la huelga convocada por estos sindicatos.



Hoy charlando con una mujer a la que admiro y le tengo aprecio, me ha discutido que hay que ir a la huelga de los sindicatos neo-verticales (UGT y CCOO) diciendo que no  era cierto aplicase la reforma laboral que critica entre otras cosas, yo le respondido que ella puede mira las diferentes noticias que han salido sobre los trabajadores de esto sindicatos.

Pero yo me pregunto, ¿como puedo ir una huelga general de unos sindicatos que critica la reforma laboral pero luego son lo primero en aplicarla ?: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/10/03/galicia/1349287018_421663.html pero señores esta gente no sabe que es posible aplicar la anterior reforma laboral si se pacta con los trabajadores? Pues claro que lo sabe, pero lógicamente los lideres sindicales de UGT y CCOO prefiere aplicar una medida reaccionaria de este gobierno reaccionario para su propio beneficio, aquí se puede ver la ética política y la coherencia de estos sindicatos neo-verticales. Lógicamente si estos líderes sindicales gobernasen, seria lo primeros en convertirse en el patrón y en el gobernado, haciendo todo lo que contrariamente predican.

¿Como se puede ir una huelga por una causa noble que esta  convocada por gente no respeta esa lucha y vulnera los convenios y acuerdos de sus trabajadores?  (http://www.teinteresa.es/empleo/UGT-despidos-protestas_0_706131014.html)  Sinceramente si voy a una huelga convocada por estos trapalas, entonces esto justificando sus actuaciones y siendo insolidarios  por los trabajadores han sufrido los abusos patronales  de los líderes sindicales.

¿Como voy a ir una huelga convocada por esto que oculta los sueldos de sus líderes cobrando del erario publico y luego ello lo justifica que el pp hace lo mismo? ¿Como voy ir una huelga de estos individuos que justifica un choriceó con otro choriceó? ¿Donde nos hemos dejado la ética? (http://www.publico.es/estaticos/pdf/ficheros/pdf/18022012-1.pdf lz )

Lo que tiene hacer la gente vaya a la huelga, formas nuevos sindicatos y abandona esto sindicatos neo verticales que heredaron todos los vicios de los sindicatos corporativista Fascita

Estoy a favor al derecho a huelga, por lo tanto creo es un derecho necesario, pero también estoy a favor del derecho a que las persona pueda trabajar, por lo tanto  no se nos puede llama esquirol a las personas por ética y racionalidad no acudiremos a la huelga de estos chorizos. Nosotros somos la mayoría silenciosa que no apoyamos ni a las elite sindicales y ni a los dictado de este gobierno reaccionario y del anterior que también jodieron a los trabajadores, y ahora se unen a la huelga.

NUESTRA HUELGA SERA EN LAS URNAS!!!!!

sábado, 22 de septiembre de 2012

La termopilas Españolas, blas lezo


Hace pocos días se ha celebrado el día del español, un idioma, mi idioma, que hablan millones de personas en todo el mundo. Me ha venido a la cabeza una historia, de esas historias que con los años me he dado cuenta que pocas personas conocen y que a mí me encanta especialmente.

Nuestra historia comienza en 1739, en las costas de Florida. De todos es conocido que muchos de los piratas ingleses tenían la bendición de la corona inglesa para hostigar a los buques españoles en sus travesías entre España y el continente americano. Pero aquel día el Capitán de navío, Juan de León captura al pirata ingles Robert Jenkins. Juan de León y sus oficiales celebran la victoria, y entre la decisión de la orca o llevarlo a prisión, Juan de León decide cortarle una oreja y entregarse la, facilitándole un bote para que regrese a Inglaterra y un mensaje para el rey Jorge II: - Dile a tú Rey que le ocurrirá lo mismo que a ti, si decide asomar la cabeza por estas latitudes.
Cuando Robert Jenkins llega a Londres, el Rey Jorge decide asumir ese hecho como la excusa que necesitaba para declarar la guerra a España atacando sus posesiones en América. Así se declaro la guerra como la Guerra de la Oreja de Jenkins. El Rey Jorge decide construir la flota más grande jamás construida. Si la Armada Invencible Española de Felipe II en 1588 tenía 126 buques. Está flota se compondría de 186 navíos, la mayor flota jamás construida para facilitar el mayor desembarco solamente superado por el desembarco de Normandía siglos mucho después. Y la pone al mando del mejor almirante que tenia, Edward Vernon. Vernon nunca había perdido una batalla y marchaba con una misión muy clara: - Conquista toda América y acaba con el Imperio Español. Vernon asumió el mando de la nueva flota de 186 navíos, que transportaba 10.000 soldados de tropas deasalto, 12.600 marinos y 1.000 macheteros jamaicanos, apoyados por 2.600 piezas de artillería. Puso rumbo a Cartagena de Indias porque era el puerto principal de América. Y donde podía pegar su mayor golpe de efecto. Lo que no sabía Vernon es que allí le esperaba gobernando la ciudad, el almirante español más loco, audaz y temerario que ha existido, Don Blas de Lezo.

Blas de Lezo disponía de 6 navíos, 2600 soldados y consiguió reclutar 600 arqueros indios del interior. Contaban con menos de 1000 piezas de artillería. Por lo menos Cartagena de Indias disponía de unas impresionantes defensas, murallas fuertes, etc. Pero aún así la proporción era tan desorbitada que cada español tendría que matar a 8 ingleses para ganar la batalla.
Vernon llega a Cartagena, rodea la ciudad y durante 67 días se dedica a bombardear la ciudad. Las defensas aguantan y en un intento de entrar a puerto, Blas de Lezo hunde los seis navíos cerrando la entrada y obligando a Vernon a tener que tomar la ciudad por la selva. La moral de los españoles sube levemente pero las defensas aguantan, las murallas aguantan, Cartagena aguanta.

Vernon, se ve obligado a bordear la entrada y tener que desembarcar lejos y tomar la ciudad por la selva. Intuye quedurará poco, después de 67 días de bombardeo constante piensa que la ciudad no resistirá mucho más y manda un buque a Londres con noticias de que la victoria será inmediata. Pero, las protecciones aguantan, las escaramuzas se repiten y los ingleses comienzan a caer no solo por los mosquetes españoles, sino también por las enfermedades como la malaria, y la fiebre amarilla. Vernon se desespera y en plena noche ordena un ataque masivo al fuerte de San Felipe. Lezo que estaba más loco aún, arma con puñales y machetes a 300 hombres a defender la rampa de acceso al fuerte. Esos 300 españoles, matan a 1.500 ingleses en un pasillo estrecho. 300 españoles anónimos que con la orden de no dar un paso atrás, provocaron una masacre y minaron la moral de las tropas inglesas. 300 españoles que por desgracia la historia olvidará.

Vernon está desesperado, 1500 hombres han muerto a cuchilladas en un ataque masivo, los hombres están desmoralizados, siguen muriendo por las enfermedades. Ya no sabe que hacer y discute constantemente con sus generales. Mientras a Blas de Lezo le quedan unos cientos de hombres. Vernon está muy presionado, pensemos que ha mandado un buque a Londres con noticias de la inminente victoria. En ese momento están acuñando monedas de oro con la victoria y Jorge II lo está celebrando a lo grande. En un momento de locura decide que debe tomarse la ciudad la noche del 19 al 20 de Abril de 1741. Los generales están igualmente presionados y el general de tierra responsable del ataque, con su catalejo mide la altura de la muralla de la cuidad, pero está tan nervioso que se equivoca en 2 metros. Esa noche, unos 15000 hombres atacan la fortaleza, que defienden unos escasos 1000 españoles. Esa noche, los escasos 1000 españoles matan a tiros y flechazos entre 8000 y 10000 ingleses. Es una de las mayores masacres de la historia porque las escalas que lanzaban los ingleses les faltaban 2 metros. Los ingleses se agolpan a los pies de las murallas sin posibilidad ninguna de escapar.

Después de aquella noche, Vernon ya no sabía qué hacer, hasta se ve obligado a hundir más de la mitad de los barcos porque no tiene gente suficiente para gobernarlos a todos. Loco de desesperación, vuelve durante unas semanas a bombardear Cartagena con la esperanza de matar al menos a Blas de Lezo de un cañonazo. Pero al final, se ve obligado a regresar a Londres, habiendo partido con la mayor flota jamás construida hasta la fecha y la orden de conquistar América.
A la llegada de Vernon, el Rey Jorge II no se lo termina de creer, y tal es el enfado que ordena retirar todas las monedas ya puestas en circulación y dicta una orden advirtiendo que si un solo historiador británico escribe una sola frase sobre lo sucedido será ahorcado. De ahí, que haya tan poca información sobre el hecho, y que las pocas monedas que se perdieron en circulación sean de las más caras para los coleccionistas de monedas antiguas. Aquello fue motivo de mofa hacia los ingleses y orgullo para el pueblo español, que ya sufría bastantes con las pocas alegrías que les daban sus dirigentes. Y consiguió perdurar 60 años más el dominio de los buques españoles en el Atlántico.

Lo curioso es que Jorge II, al final consiguiera en cierto modo ocultar esta historia de Blas de Lezo al mundo. Porque cuantos de vosotros conocía esta historia, cuantas de las personas que conoces piensas que conocen esta historia. A parte, de que en España se olvida muy fácilmente a los héroes, si hoy hablan la lengua de cervantes 360 millones de personas en América es gracias a aquellos españoles e indígenas que dirigidos por Blas de Lezo dieron su vida por defender la ciudad de Cartagena de Indias y así el principio de la conquista del imperio británico.

Blas de Lezo murió unos meses después por unas fiebres como consecuencia de las infecciones de las heridas recibidas. Y no se sabe donde fue enterrado. No sé si hay calles, o plazas con el nombre de Blas de Lezo. Nunca he visto libros de historia que cuenten un hecho para mi tan importante en la historia. Pero si sé que hay una Fragata del ejército español del tipo F100 con el nombre de Blas de Lezo. Siglos después hubo un detalle curioso, aquel que humillo a la Corona Británica, se presento con su nombre en una fragata en Londres el 21 de Octubre del 2005, para participar en las celebraciones dela conmemoración de los 200 años de la Victoria de la Batalla de Trafalgar. Ironías del destino.

martes, 19 de junio de 2012

Las 7 medidas de Zoido para que sevillahoy haga el ridiculo ante la Unesco

1. Este Gobierno municipal no promovió ni apoyó la construcción del rascacielos de la Cartuja.
Calculo que esto le importa un güano al señor Rao o Raro y sus colegas

2. Ha comprobado que la torre ha cumplido con todos los requisitos legales necesarios.
Queda demostrado que el estado de derecho es algo que a los comites de la Unesco y a los icomos les suena, pero no saben muy bien de qué

3. Derribarla ahora tendría un coste de mas de 200 millones que la ciudad no puede asumir. 
En la lógica de la Unesco, si un elemento del patrimonio está realmente en peligro, no va a dejar de estarlo en función de los que cueste protegerlo, ¿no?

4. Otras ciudades en Europa con rascacielos muy cerca de monumentos o espacios declarados Patrimonio de la Humanidad y que no han sido incluidos en esa lista negra.
Hombre, por fin un argumento. Se supone que los criterior de la Unesco deben de ser comunes y generales, lo que vale para unos debe de valer para otros.

5. Sevilla está dispuesta a elaborar normas que impida que se vayan a edificar más rascacielos en el entorno del casco histórico -algo que hizo que Colonia saliese de la lista negra del patrimonio mundial. 
Otro argumento payaso. ¿Está definido ya el concepto paisaje urbano histórico, las alturas, las distancias,...? Se da por supuesto algo que aún no tiene definición ni concreción técnica ni jurídica, o lo vamos a crear nosotros. ¿A cuantos metros se podrá construir un rascacielos, a 1.500, a 2.500, a 3.500. etc...? 

6. Llevar a cabo iniciativas para proteger aún más los monumentos en cuestión, desde restringir el número de visitas 
Vamos a ver, esto ya es desbarrar. lo que tiene que defender es que los monumentos en cuestión son de los MEJOR CONSERVADOS Y PROTEGIDOS DEL MUNDO! ¿Pero ha habido alguna preocupación o aviso de los técnicos respecto al número de visitas que tiene? Esto suena ridículo

7. Hacer que cualquier proyecto en su entorno tenga que contar con el visto bueno de la Unesco.
Traca final, de peluca y trompetita. :cheer: ¿Pero no tenemos en España, Andalucía y Sevilla un corpus jurídico de los más avanzados del mundo en materia de protección del patrimonio? ¿No contamos con decenas de instituciones, cientos de científicos y técnicos, miles de funcionarios dedicados a esta tarea en todas las administraciones? ¿Es función de la Unesco sustituir a los organos y comisiones de Patrimonio de los paises? ¿Podrá cambiarse la moldura de una ventana de la calle Mateos Gago en un plazo inferior a ocho años? Por favor, como dice Rajoy, ¡Dejen de ponernos al nivel de Burkina Fasso!




fuentes y autor por Enhermar http://www.sevilla21.com/foro/viewtopic.php?f=5&t=5357&start=8050

sábado, 17 de marzo de 2012

CRÓNICA DE UN NEPOTISMO GUBERNAMENTAL ANUNCIADO

CRÓNICA DE UN NEPOTISMO GUBERNAMENTAL ANUNCIADO:

José Ramón Bujanda Sáenz , cuñado de Miguel Arias Cañete, nombrado Presidente de SAECA

José Miguel Martínez, cuñado de Cristóbal Montoro, nombrado Presidente de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE)

Ángeles Alarcó Canosa , alias Gela, ex mujer de Rodrigo Rato, nombrada Presidenta y Consejera Delegada de Paradores Nacionales.

Faina Zurita Ussía ,sobrina de los Duques de Soria, nombrada Presidenta de la empresa publica Hipódromo de la Zarzuela

Ricardo Cospedal, hermano de María Dolores de Cospedal, nombrado Director de la Fundación Carolina

Los hermanos Rodríguez Ponga. Uno Rafael Secretario General del Instituto Cervantes y otra, María Flavia en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones

Los hermanos gemelos Nadal Belda. Álvaro. Director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno con rango de Secretario de Estado Alberto, Vicesecretario de Asuntos Económicos, Laborales e Internacionales de la CEOE propuesto para ser Consejero de Red Eléctrica. Además el pasado 13 de Enero el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Educación, Cultura y Deporte nombró a María Teresa Lizaranzu Perinat, Directora General de Política e Industrias Culturales y del Libro. Casada con Alvaro.

Los Hermanos Catalá Polo. Rafael nombrado Secretario de Estado en Fomento y otra Raquel Delegada Especial de la Agencia Tributaria en Madrid

José Canal Muñoz nombrado Secretario General Técnico del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y su esposa. Sonia Ramos Piñeiro nombrada a propuesta del Ministro del Interior, Directora General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo. Casados

Carmen Gámir, compañera sentimental de Alberto Feijóo, Presidente de la Xunta de Galicia que ha sido nombrada Jefa de prensa de la ex conselleira de Economía del gobierno del propio Feijóo y actual Secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás.

Marcelino Oreja Arburua hijo Marcelino Oreja Aguirre, Marques de Oreja.nombrado Presidente de la Entidad Pública Empresarial Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE).

Miguel Cardenal Carro nombrado Presidente del Consejo Superior de Deportes. Hijo de Jesús Cardenal, ex Fiscal General del Estado.

Álvaro Ramírez de Haro y Aguirre, hijo de Esperanza Aguirre, nombrado asesor del Secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.

María Zaplana Barceló, hija del exministro Eduardo Zaplana. Trabaja como asesora en la Secretaria de Estado de Turismo cuya titular mantiene intensas relaciones con el diputado Martinez Pujalte.

martes, 7 de febrero de 2012

La Torre Cajasol

Desde que la semana pasada viera la luz un nuevo informe de ICOMOS alertando de los efectos negativos que sobre el paisaje de Sevilla tendría la construcción de la Torre Cajasol, diseñada por el arquitecto argentino César Pelli, en la ciudad no se ha hablado de otra cosa. Ni tan siquiera una nueva edición del derbi futbolístico consiguió atenuar el debate, hecho totalmente insólito, como han corroborado los más viejos y las memorias mejor dotadas del lugar.

De la Torre Cajasol se pueden decir y se han dicho muchas cosas, algo que la ha convertido en el fundamento de una nueva controversia dualista de esas a las que los sevillanos no somos nada aficionados y que enfrenta al bando de los fervientes defensores del proyecto con el de los detractores a capa y espada. Ante este panorama, se hace complicado obtener una idea concreta de la torre si se toma como referencia o como fuente de información la dialéctica y la argumentación exhibida tanto por unos como por otros pues, como ya sabemos, estas opiniones, que dependen en buena medida del puro raciocinio, lo hacen también de los gustos, de las ideologías e incluso de los sentimientos de sus legítimos dueños; y dios me libre de entrar a valorarlas y de, en función de esta evaluación, otorgar el carné de sevillanía a quienes emitan un juicio similar al mío o desterrar al Charco de la Pava a quienes no.

Ars inveniendi

En lo que sí voy a entrar es en el informe de ICOMOS y en los precedentes del mismo, algo que se hace imprescindible para entender cómo y por qué se ha reabierto y avivado el debate, no ya sobre la Torre Cajasol en sí, sino sobre la posibilidad real de que la administración local decida anular la licencia pública de construcción para evitar que la UNESCO, siempre en base a la información suministrada por ICOMOS, revoque las declaraciones de Patrimonio de la Humanidad de la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Índias o, en su defecto, incluya a Sevilla en la lista de ciudades con patrimonio en peligro.

Tras una primera lectura del dossier es fácil detectar una serie de curiosidades, las más destacadas señaladas a continuación, que nos pone sobre aviso del tipo de documento al que nos estamos enfrentando.

La primera de ellas es la afirmación de que la torre se encuentra, aproximadamente, a 600 metros del Real Alcázar, lo cual es simple y llanamente mentira. Si cualquier persona con un mínimo de conocimientos de geografía y del uso de las escalas puede determinar sobre un plano que la distancia ronda los 1700 metros, ¿cómo es posible que José Aguiar, de la Universidad de Lisboa, y Elvira Petroncelli, de la Universidad de Nápoles Francisco II, a la postre redactores del informe de ICOMOS, no sean capaces de dar una cifra siquiera aproximada a la real, llegando a cometer un error relativo del 65%? Es inaceptable este disparate, y, por consiguiente, lo es también un informe que basa su argumentación y sus conclusiones sobre un tema tan sensible en unas relaciones de proximidad en las que, de entrada, los datos son falsos.

Ante esta desfachatez, no ha tardado mucho en aparecer en escena el activista local antitorre Víctor Fernández Salinas (Túmbala), casualmente secretario del comité español de ICOMOS, asegurando que esa errata no invalida el análisis técnico, jactándose de que la UNESCO no dará ninguna importancia a la misma y argumentando que “el informe está muy bien hecho” (sic).

A continuación, encontramos que otra de las consideraciones de los autores del informe ha sido el llamamiento realizado por muchas organizaciones no gubernamentales y partes interesadas para que se detuviera la construcción de la torre. ¿Sabría usted decir el nombre de una de ellas? Efectivamente, se trata de la plataforma Túmbala, la misma a la que está vinculado Víctor Fernández Salinas, el cual, como hemos comentado anteriormente, pertenece al organigrama del comité español de ICOMOS, yo me lo guiso, yo me lo como.

Llegados a este punto, y teniendo en cuenta que la motivación del informe es el estudio de la incidencia que sobre los edificios declarados Patrimonio de la Humanidad pueda tener la Torre Cajasol, no queda más remedio que preguntarse sobre cómo influiría en esa afectación el hecho de que muchas organizaciones se hayan manifestado contrarias a la torre, y, si una excepcional alineación de planetas hiciera posible el referido ascendiente, preguntarse por qué se desestiman las hipotéticas influencias positivas que pudieran derivarse del apoyo explícito que han mostrado al proyecto otras muchas asociaciones, algo a lo que se evita hacer alusión. Por otro lado, en un texto tan cuidadoso en lo que a las cifras se refiere, ¿no se podía haber incluido el número exacto de asociaciones a las que se hace referencia y la denominación oficial de las mismas? No es asunto baladí pues el muchas se podría entender perfectamente como el archiconocido abarrotá del Dúo Sacapuntas, y lo que en un principio se pinta como una infinidad puede acabar no siendo más que un puñado; y humo, mucho humo.

En cualquier caso, resulta cuanto menos curiosa la forma de presentar unas opiniones contrarias a la torre, convenientemente justificadas o no, como un valor añadido meramente por ser de un cariz negativo en lo referente a la construcción, algo que hubiera causado estragos, por ejemplo, si se hubiese dado validez a las críticas que desde distintos sectores se dirigieron contra la faraónica propuesta de Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929 y se hubiera actuado en consecuencia, privando a Sevilla de uno de los monumentos más representativos y de mayor solera de la ciudad: la Plaza de España.

En tercer lugar, el informe alerta del elevado ritmo de construcción de la torre, algo a todas luces irrelevante cuando se trata de dilucidar la afectación de la totalidad del proyecto sobre los edificios declarados Patrimonio de la Humanidad. Tendría sentido esta advertencia si la velocidad a la que se levantan las plantas produjera un efecto de succión en el fluido que rodea al edificio tal que llegara a propagarse por el mismo una tensión horizontal atractiva sobre la Giralda suficientemente intensa como para llevarla a su umbral de inestabilidad, poniendo en serio peligro la integridad del alminar almohade, pero como el avance es de una planta cada quince días –y no el reflejado en el documento, que habla de una planta por semana–, resulta inmediato concluir que, por el momento, podemos respirar tranquilos.

La siguiente curiosidad destacable del documento es la que atañe al aumento del tráfico en las proximidades de la torre una vez que estuviera concluida, señalando el incremento de los índices de contaminación en toda la ciudad que esta circunstancia acarrearía. En cuanto al aumento tráfico, se puede aceptar que existe cierto fundamento aunque, considerando que se está mejorando la oferta de transporte público y que, si fuera necesario, la administración local reforzaría las líneas que prestan servicio en la zona afectada, se complica sobremanera establecer a priori una cifra total de nuevos desplazamientos.

De todos modos, resulta un tanto descabellado inferir que el aumento del tráfico en las proximidades de la Torre Cajasol determinaría necesariamente un incremento de la polución en la ciudad pues lo que se produciría, a lo sumo y siempre y cuando rechazáramos de pleno el fenómeno de la bilocación, sería un simple trasvase del tráfico de otras zonas de la ciudad y del área metropolitana, no viéndose afectados los índices referidos.

Pero no queda ahí la cosa, no. La retahíla de imprecisiones e incorrecciones que he señalado se continúa con una amalgama de juicios de carácter metafísico sobre la quinta essentia de la ciudad. Así, en un informe que se suponía técnico, nos topamos con expresiones como “quien no ha visto Sevilla, no ha visto maravilla”, datada en el siglo XVII, lo que da una idea de hasta dónde va a permitir ICOMOS que lleguen las aspiraciones de Sevilla en el sentido de compaginar su historia con una visión contemporánea de la ciudad, o como “la indiscutible realeza de la Giralda en el paisaje urbano actual”, un guiño a la ley no escrita que dicta que no se puede construir ninguna edificación que supere en altura al alminar almohade, e incluso el lamento por el cambio dramático de la importancia y significación de la Giralda que provocaría la Torre Cajasol cuando se avistase la primera desde ciertos ejes visuales, en particular los que ofrecen lugares tan emblemáticos como el Cerro Blanco y el Cerro de Santa Brígida (sic).

Ars disserendi

Pues bien, en toda esta serie de milongas se basan José Aguiar y Elvira Petroncelli para concluir que “la Torre Pelli-Cajasol tiene un impacto excesivo y sin duda negativo sobre el territorio de transición y en la percepción de las tres edificaciones declaradas Patrimonio de la Humanidad”, lo que contradice en cierta medida lo expuesto en el informe de ICOMOS presentado ante la UNESCO en el año 2010, esto es, que no existe afección visual directa sobre los tres monumentos. Así pues, nos encontramos con que de dosdossieres preparados por la misma organización sobre la afectación que el mismo proyecto de construcción tiene sobre la misma terna de monumentos se deducen una cosa y la contraria. El caso es que contradicciones, lo que se dice contradicciones, las podemos encontrar en el que recientemente ha salido a la luz, por ejemplo, cuando se dice que la torre está en la zona protegida y a la vez fuera de ella. Pero es que si nos retrotraemos al año 2009 encontramos la opinión del afamado urbanista francés George Zouain, ex director de Patrimonio Mundial de la UNESCO, que se había desplazado a Sevilla como enviado de ICOMOS para estudiar el caso sobre el terreno, concluyendo que el impacto de la torre sería positivo.

Ante esta cronología, no hace falta ser un lince para percatarse de que algo se está cociendo entre bastidores y para olerse que la pública y abierta oposición que el comité español de ICOMOS ha mostrado al proyecto desde un primer momento, trasladada convenientemente al conjunto de miembros de la organización mediante sutiles presiones internas o simplemente por puro corporativismo, podría haber tenido algo que ver. De hecho, muchas de las mentiras de e imprecisiones que aparecen en los informes de ICOMOS no son más que el producto de haber tomado como única fuente el que presentó el comité español en el año 2008 y los sucesivos refritos que del mismo se obtuvieron.

Tras esto, Aguiar y Petroncelli, que si se hubiesen propuesto demostrar que La Tierra es plana, a tenor del rigor y la meticulosidad de los que han hecho gala en el asunto que nos ocupa, a buen seguro lo hubieran conseguido, se permiten la licencia de instar a la autoridad local a encontrar formas de detener la construcción de la Torre Cajasol y revisar el proyecto a consecuencia del impacto que ésta podría tener sobre el contexto histórico cercano y sobre las tres edificaciones declaradas Patrimonio de la Humanidad. Obviamente, como no se acaba de definir en qué consistiría exactamente ese impacto, se ven obligados a abstenerse a la hora de dar datos sobre cuál sería la altura máxima a la que, a juicio de ellos, no habría afectación sobre la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Índias. Y no, no es ninguna tontería este aspecto pues la indemnización que el Ayuntamiento tendría que abonar a la promotora si éste decidiera anular o modificar unilateralmente la licencia pública de obra dependería, lógicamente, del número de plantas que se dejaran sin construir.

De esta forma, ICOMOS sitúa al Consistorio ante un serio dilema: ¿ha de afrontar de forma inmediata dicha compensación para evitar perder las declaraciones de Patrimonio de la Humanidad, arriesgándose a que dentro de un año vuelvan a aparecer estos mismos señores fijando una cota máxima edificable mayor que la autorizada tras la revisión de la licencia municipal, habiendo forzado entonces ICOMOS al Ayuntamiento a responder con una indemnización mayor que la que realmente era necesaria o, por el contrario, ha de permitir que se siga construyendo la torre porque las arcas públicas no están en situación para afrontar un brete de esta envergadura y rezar por que no aparezca nunca ICOMOS fijando una cota máxima edificable que en ese momento ya hubiera sido rebasada?

Naturalmente, este dilema se traduce también en una falta de seguridad jurídica para las promotoras, que, habiendo satisfecho todos los pasos legales requeridos para la obtención de la licencia y estando ésta concedida, podrían comprobar cómo la anuencia se convierte en papel mojado en un abrir y cerrar de ojos en el momento en que a algún miembro de ICOMOS se le metiera entre ceja y ceja su paralización argumentando, por ejemplo, motivos tan peregrinos como la afectación del eje visual de tal o de cual monumento cuando es observado desde uno de los vomitorios del Platillo Volante de la Palmera.

Y después de varios años estudiando el proyecto de la Torre Cajasol, ¿cómo es posible que ICOMOS no haya sido capaz aún de definir el alcance del impacto y un umbral de altura que impidiera la interferencia de la misma con los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad? Tal y como ocurrió antes, volvemos a encontrar la respuesta en la cronología.

Como las conclusiones de la visita de George Zouain (“el impacto de la torre será positivo”) no fueron del agrado de quienes desde dentro de ICOMOS se oponían al proyecto, se insistió ante Patrimonio Mundial de la UNESCO en la necesidad de crear una zona de amortiguamiento de los tres monumentos de mayor área que la que resultaba de considerar los cincuenta metros adicionales al perímetro de los mismos que marca la legislación andaluza. Así, en el año 2010, la UNESCO aprueba una zona de amortiguación de 205 hectáreas, resultando la distancia entre la misma y la Torre Cajasol de 850 metros, y alcanzándose ésta en el Puente de Isabel II (Puente de Triana). Y como esta nueva definición de zona protegida tampoco fue suficiente para que la UNESCO, tras considerar el informe presentado por ICOMOS en el año 2011, decidiera plantarse y ordenar la paralización de la torre so pena de revocar las declaraciones de Patrimonio de la Humanidad, ¿saben ustedes qué han propuesto en este dossier que nos ocupa los señores de ICOMOS? Exactamente, Aguiar y Petroncelli consideran que sería conveniente que se volviera a ampliar la zona de amortiguamiento, en esta ocasión por la ribera oeste de la dársena del Guadalquivir y de forma continuada hasta la Cartuja, es decir, extenderla de tal manera que acabe solapando el emplazamiento donde se está construyendo la torre, algo que, en definitiva, no se trata más que de una paradigmática aplicación del manido procedimiento que pasara a formar parte del imaginario colectivo bajo la denominación de Teorema del punto gordo.

En efecto, como los informes firmados por los miembros de ICOMOS no han podido probar en ningún momento que la torre incidiera negativamente sobre los monumentos que gozan de la declaración de Patrimonio de la Humanidad ni sobre la zona de amortiguamiento, han ido sugiriendo a la UNESCO la ampliación de ésta, llegando en última instancia a solicitar llevar su perímetro hasta donde haga falta con tal de que la torre quede contenida en ella. Y, ojo, que el motivo por el que se sugiere la ampliación no es la protección y mejor conservación del patrimonio sino, textualmente, “frenar la presión urbanística” (sic). Naturalmente, si se aprobara esta nueva redefinición de la zona de amortiguamiento, el siguiente paso sería aplicar con retroactividad el criterio de protección de la misma, quedando la Torre Cajasol, ahora sí, en una situación nada halagüeña.

Ciertamente, el único interés de ICOMOS, alimentado por su comité español y por el reconocido activista antitorre que forma parte de su organigrama, ha sido el de evitar por todos los medios su construcción, utilizando para ello todas las herramientas que ha tenido a su alcance, incluyendo en su informe ex professo burdas mentiras, premeditadas imprecisiones, el obviar información que de alguna manera podía ser favorable para proyecto y, lo más grave, la continua extorsión a la ciudad de Sevilla.

Ars meretricium

¿Por qué permite Sevilla que la ninguneen de esta manera? Para responder sería necesario precisar quién es Sevilla, al menos en el sentido de determinar qué instituciones, colectivos e individualidades son los que tienen voz, voto o ambas cosas a la vez para permitir o rechazar el chantaje y, en definitiva, identificar a todos los actores de esta commedia. De esta forma se establece una línea que, en base a la capacidad de maniobra y de decisión que poseen, segrega al poder político y a la propia Cajasol del resto de los grupos. Después, se puede considerar un plano medio en el que se encontraría el conjunto de creadores profesionales de opinión, esto es, la prensa. Y, posteriormente, la sociedad civil, dividida a su vez en un ámbito colectivo (asociaciones, plataformas, etcétera) y en otro de carácter individual.

En relación al último grupo, existe una encuesta del Centro Andaluz de Prospectiva que sitúa el apoyo a la construcción de la Torre Cajasol en el 40,1%, llegando las opiniones contrarias al 24,8% del total. Lo cierto es que el hecho de que este sondeo se realizara antes de la publicación de la joyita de informe de ICOMOS, y a tenor de las reacciones que se han producido tras conocer el contenido mismo, hace pensar que la diferencia entre partidarios y detractores se ha acrecentado considerablemente.

Por otro lado, en el ámbito de las asociaciones sí se aprecia más ruido por parte de las que están en contra, entre ellas, una de las instigadoras de la situación actual, la cual no ha mostrado ningún tipo de reparo ante las mentiras vertidas en el informe, quizás por haber tomado como bandera aquello de que el fin justifica los medios. Tampoco es de extrañar pues, como todos sabemos, son más escandalosas y vehementes las manifestaciones contrarias a cualquier elemento que las que son a favor, y no digamos ya en el caso de las neutrales.

En la prensa, en general, si obviamos algunos momentos de confusión y la errónea identificación de ICOMOS y sus dictámenes con Patrimonio Mundial de la UNESCO y los suyos, aun reinando la neutralidad, se echa en falta un análisis en profundidad de los informes que, más allá de citar las conclusiones y las recomendaciones, vaya al fondo del asunto denunciando las mentiras, el resto de banalidades que han sido tenidas en cuenta en la elaboración de los mismos y la cronología basada en el Teorema del punto gordo.

Mención especial merece en este sentido el caso del diario ABC, que retiró de su edición digital una votación a los pocos minutos de haberla iniciado a consecuencia de que iba a reventar el contador de los votos a favor de la torre, y que, por otro lado, ha estado animando el cotarro con titulares como Zoido suspende hoy la licencia de la Torre Pelli tras el varapalo de Unesco, cuando la noticia era que Zoido había instado a Urbanismo a estudiar las posibilidades de suspenderla, amén del cálculo de la indemnización, o comoCajasol continúa la torre Pelli y echa un pulso al Ayuntamiento, cuando la noticia era que el Consistorio y Cajasol habían llegado a un acuerdo para no detener las obras al menos hasta el momento en que la segunda presentara sus alegaciones al informe de ICOMOS.

Lo cierto es que tampoco se podía esperar otra cosa de un medio de comunicación cuyos asalariados han gastado tantos cartuchos explicando anodinamente que el mayor impacto de la torre tiene su origen en la megalomanía de quien la propuso, obviando precisamente el lema asociado a uno de los monumentos supuestamente afectados, esto es, fagamos una iglesia tal e tan grande que los que la vieren acabada nos tengan por locos –¡toma megalomanía!–, o intentando bravuconamente equiparar a los modernosque están a favor de la construcción de la torre con los modernos que en el pasado apostaron por la destrucción de gran parte del patrimonio de la ciudad, tantos cartuchos han gastado en estas tareas, digo, que en el momento en que se les ha puesto el informe a tiro no les quedaba pólvora ni para disparar una triste bala de fogueo.

Por otro lado, Cajasol, promotora de la obra, ha demostrado moverse con mucho sentido común en este asunto, incluso cuando desde las plataformas antitorre, desde el periódico ABC y desde el propio Ayuntamiento se ha pretendido trasladar a esta entidad y a su empeño por continuar la construcción la responsabilidad de la hipotética descatalogación de los monumentos. Su decisión se fundamenta en tres puntos. El primero, que la torre dispone de una licencia completamente legal. El segundo, su intención de presentar una completa serie de alegaciones al informe de ICOMOS que hace pocos días vio la luz. El tercero, que Patrimonio Mundial de la UNESCO ya resolvió que no había afectación sobre la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Índias.

Y con esto llegamos al elemento que, motu proprio, tiene la capacidad de decidir que la suerte de Sevilla sea la de claudicar ante la extorsión de ICOMOS o la de rebelarse contra este organismo y desterrar al Charco de la Pava a los golfos que urdieron el informe. El problema aquí es que Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla –y hombre cuyo afán por la protección del patrimonio de la ciudad le llevó a dar luz verde a la instalación de las carpas, tenderetes y puestecillos que durante todo el mes de diciembre ocultaron la fachada principal del Palacio de San Telmo y gran parte de la Catedral y del Archivo de Índias–, siempre se ha mostrado contrario a una torre que considera innecesaria. No en vano, pocos días después de su investidura ordenaba que se hiciera una revisión minuciosa de la licencia de construcción, y así lo reconocía, con la esperanza de encontrar alguna irregularidad que permitiera detener el desarrollo de la obra sin necesidad de pasar por caja. ¡Y anda que no estaba tristón el día que le tocó admitir que todo estaba en orden!

¿Y cómo reaccionó Zoido tras la publicación del informe? Pues como era de esperar: escudándose en él para continuar defendiendo que la torre hay que pararla como sea porque lo contrario, en su opinión, tendría unas consecuencias aciagas para la ciudad. El caso es que, sin tener en cuenta las realizadas a la propuesta de paralización, no ha hecho absolutamente ninguna referencia al contenido del dossier, ni tan siquiera cuando ha sido cuestionado expresamente al respecto, de donde se deduce que, teniendo conocimiento de las barbaridades que se dicen en el mismo, porque lo tiene, ha decidido ponerse las anteojeras y tirar hacia delante. Y hacia delante ha tirado haciendo el más completo de los ridículos, esto es, permitiéndose por el camino responsabilizar a Cajasol del perjuicio que para la ciudad supondría que continuaran las obras, comunicando por escrito al presidente de la Junta de Andalucía que había ordenado la paralización cautelar de los trabajos y, pocos minutos después, compareciendo ante los medios declarando que la Torre Cajasol no se iba a parar y que el Ayuntamiento quedaba a la espera de las alegaciones de Cajasol al informe.

Concluyendo, esta es la situación que explica que a ICOMOS le esté durado tanto la mecha: la presión de un colectivo local antitorre estrechamente relacionado con el comité español de esta organización para que el asunto no quede guardado en un cajón, todo ello con la inestimable colaboración del alcalde y de ciertos medios de comunicación que se han afanado en silenciar el contenido del informe y en actuar como si sus recomendaciones, por supuesto afines a las tesis que éstos defienden y precisamente por ello, fueran un dogma de fe, aceptando de buen grado someter a Sevilla al chantaje de tener que pagar una indemnización millonaria por paralizar un edificio a todas luces legal so pena de urgir a la UNESCO para que revoque las declaraciones de Patrimonio de la Humanidad de los tres monumentos sevillanos que gozan de ellas.

Llegados a este punto, y teniendo también presente que ciudades como Berlín, Colonia, Londres, México D.F. o Viena no vieron comprometidas las declaraciones patrimoniales de ciertos monumentos cuando construyeron edificios más altos que la Torre Cajasol y más cercanos a los mismos de lo que se encuentra ésta de la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Índias, es totalmente comprensible que la dama Sevilla, desde el diván, se confiese con su psiquiatra en los términos que siguen a continuación:

Fíjese bien, a otras se lo regalaban sin pestañear e incluso se dejaban y se dejan querer mientras protestan exigiendo más y más y más aún. Pero a mí me lo negaban y me lo siguen negando cada día, a cada instante, a menos que... eso, ya lo he dicho, a menos que me dejase follar por el primero de turno que quisiera.

En definitiva, que a estos mequetrefes, con tal de ver satisfechos sus caprichos, no les está importando poner a Sevilla en una tesitura que queda amargamente descrita en esta lacónica sentencia:

Ser puta y poner la cama.