viernes, 8 de julio de 2011

El centrismo invertebrado, la necesidad de la unificación del centrismo y la vertebración de un proyecto centrista integrador.





Hoy leyendo la España invertebrada de Ortegga y Gaset me ha traído muchos recuerdos a los problemas del centrismo actual. Durante los últimos 10 años los centrismos nos hemos ido dividiendo en grupúsculos políticos con un particularismo político, encerrándonos en nuestras propias formaciones política y olvidando que somos parte de un todo centrista, es decir que el CDL no tiene ninguna fuerza real sin colaboración del CCD, CDS o Foro centro y Democracia. El centrismo actualmente es un fenómeno ideológico marginal debido al intento de cada formación en tener victorias pírricas excluyentes. Es decir ¿de qué sirve tener 17 concejales o 55 concejales? ¿De qué sirve tener 100 o 500 afiliados?? ¿ De qué sirve tener 30 partidos de centro ?




Es necesario que todos nos unamos en un congreso unificado, y único, donde iniciemos nuestra lucha. La división de los partidos centristasr solo demuestra que no queremos luchar, si no simplemente vencer. Sin embargo, como esto no es posible, nos conformamos en vivir de ilusiones, y nos contentamos con proclamarnos ilusamente vencedores en nuestra charlas de café, debates internos y simplemente en nuestra imaginación. Quien desea enserio ambicionar la victoria deberá contar con los demás, aunar fuerzas y como decía Renan “excluir toda exclusión” . A Fabián, a mi buen amigo David, a Sean O Cunner, a mi buena amiga Fátima, a Javier García Nuñez, a Javier Fernadez Cordova, a José Luis Martínez Lledo y cualquier centrista de corazón solo os puedo dedicar una frase que dijo Ortegga y Gasset en su libro España invertebrada: "Cualquiera tiene fuerza para deshacer, pero nadie tiene la fuerza de hacer, ni siquiera para asegurar sus propios derechos".

El centro actualmente esta divido, y sus recursos humanos, técnicos y económicos destinados a una lucha fracticida que solo beneficia a nuestros rivales. Por culpa de éstos no podemos reclamar nuestros derechos históricos como fuerza ideológica en esta España democrática amenazada por la ambición de los bipartidistas.La actual situación política del centrismo me trae muchos recuerdos a los pronuncionamientos del siglo XIX. En el siglo XIX estos generales estaban convencidos de que sus ideas, no como está convencido un hombre común de sus ideas, si no como suelen estar los locos y los imbéciles, (cuando un loco o un imbécil se convence de algo entonces no se da por convencido él mismo, si no cree que todos los demás mortales opina igual que él, y con “pronunciar” su opinión, todo el que no sea un miserable le dará la razón mágicamente). Es decir no poner ningún tipo de esfuerzo en persuadir a los demás. Pero entonces los generales y coroneles que se pronunciaron creían que con dar un grito en un cuartel esos gritos resonarían en toda España. La consecuencia de esto era que los conspiradores no preparaban grandes grupos de batalla, ni buscaban una mayor adhesión a su causa, tampoco creían necesario luchar para conseguir el triunfo. Es decir ellos pensaban que casi todo el mundo pensaba como ellos de forma secreta, y que con solo PRONUNCIAR UNA FRASE, obtendrían sus victorias. Claramente ellos no iban a luchar, solo iban a tomar posesión del poder público. En el centrismo pasa lo mismo, hay gente que se cree que con pronunciar un discurso, una frase, unas buenas palabras conseguirá unificar al centrismo. No señores, esto solo se consigue comprendiendo que nuestros rivales ( el POSE y el PP) son rivales que existen, que son poderosos y por tanto peligrosos para los intereses del centrismo. Por ende comprenderán que es necesario e inevitable la mayor colaboración posible de todas las fuerzas centristas para conseguir batir cívicamente a los rivales políticos, es decir la unificación clara y rotunda del centrismo político. Esto se conseguirá empleando todos los resortes de la dialéctica, con las mejores palabra, con las grandes astucias, con la utilización de la persuasión política para enrolar al mayor número de fuerzas centristas en este espíritu que personalmente llamo "el espíritu combativo del centrismo", a diferencia del otro espíritu, el espíritu triunfalista del centrismo que acciona del modo inverso: no utilizará la dialéctica para convencer, reducirá su número para repartir entre pocas menos el botín de la victoria y marchará por la acción directa a tomar posesión de los conquistados.
En los últimos años el centrismo que ha surgido de la mano de Francisco Cabra, creía que tenía ganada la batalla de antemano. Ahora bien, yo me pregunto ¿para quien la tenía ganada? ¿para él o para el centrismo? Creo que todos los que estamos leyendo este artículo conocemos el espíritu triunfalista de Cabra y su séquito (Cesar Román, y demás). Ese espíritu no era por el centrismo, si no por sus propios intereses, que desconozco cual sería, pero la demostración clara y rotunda era que aplicó la doctrina triunfalista.

Creo que es hora de aplique la doctrina del espíritu combativo del centrismo, creo que es posible conseguir los objetivos políticos (pero que no conseguiremos sin antes esforzarnos y en pensar que todos y cada uno de nosotros, somos necesarios) que nos hemos marcado, pero para conseguir esos objetivos tenemos que tener en claro que el camino será duro, costoso y sacrificado, pero es nuestro deber luchar por nuestro país y por la democracia, esa lucha conlleva una lucha por la unificación del centrismo.


Existen rivales que desean que el centrismo desaparezca en las brumas de la historia, quienes nos pondrán trabas. Pero tenemos que vencer cívicamente y utilizando la dialéctica del argumento para ganar estas partidas.
El futuro del centrismo no esta escrito, pero ese futuro será escrito con esfuerzo, sudor y constancia de los centristas. Por eso una vez más abogo por las palabras de Renan, “excluyamos a los exclusiones” y aboguemos por una federación centrista


Todos somos necesarios en esta lucha por la unificación y por inicia una 2º transición política que haga nuestra democracia recortada por los dos poderes políticos hegemónicos una autentica democracia plena. Pero muchos se preguntarán cual es el fin de la unidad del centrismo ¿para sentarnos a tomar un café y celebrar un congreso para charlar sobre como arreglar los problemas de España pero sin acción? Todo lo contrario, la unión se hace para lanzar a los cuatros vientos toda la energía del centrismo, para inundar a España, para crear un poder político hegemónico mas amplio que tenga la intención de representar a los ciudadanos y ejercer el poder ejecutivo en España con el claro objetivo de llevar a cabo las reformas que nuestra Nación necesita.



Ya hemos soñado demasiado, ahora es el momento de actuar.

Firmado: Jesús De La Cruz